jueves, 21 de mayo de 2015

Cero Varo

Las historias detrás de 5 fascinantes billetes

Billetes... esos papeles que pasan de mano en mano, con un valor que a veces no le corresponde, causa de nuestras ambiciones y a veces preocupaciones.

Además de los números que representan sus denominaciones, sus paisajes y retratos pasan a veces desapercibidos, sin darnos cuenta que tales grabados reflejan mucho de nuestra propia cultura e incluso esconden historias extrañas y fascinantes.

Estas apreciaciones son más comunes en los amantes de la numismática, esto es, el coleccionismo de monedas y billetes, pero que va más allá del fetiche porque sus aficionados atinan a narrar fechas, anécdotas y leyendas a partir de esos ejemplares.

Desde la misteriosa pirámide del dólar, pasando por el futbolista de las libras irlandesas, hasta la Tehuana de los 10 pesos que utilizaban nuestros abuelos en México. A continuación, cinco de esas tantas historias que me parecen resultan dignas de contarse...

El marco alemán del socialismo 


Pertenece a la serie final de billetes emitidos en Alemania del Este, el territorio ocupado por la Unión Soviética durante la llamada Guerra Fría.

En la imagen Karl Marx, el padre del socialismo, la ideología de la República Democrática Alemana que contrastaba con lo que sucedía al otro lado del Muro del Berlín, en la capitalista Alemania Federal.

El drama de un mundo polarizado en un mismo país dividido. El libre mercado contra la economía planificada del oriente, donde con cien billetes de estos 100 marcos de Marx alcanzaba para comprarse un Trabant, el automóvil más barato y por ello más común entre los "camaradas".

Tras la unificación de las Alemanias estos billetes fueron quemados. En la película "Good Bye, Lenin!" el protagonista acude demasiado tarde a cambiar sus viejos marcos alemanes, por lo que termina frustrado lanzando desde su edificio cientos de papeles ya sin valor alguno. 

El mito de Gloria 'La Gitana'


En circulación entre 1937 y 1970, fue objeto de rumores que reflejaban la ya por entonces conservadora sociedad mexicana. 

La leyenda decía que la mujer que aparecía en el anverso de este billete de 5 pesos era Gloria Faure, mejor conocida como 'La Gitana', una bailarina catalana que actuaba en los teatros de revista de los años 20.

En un viaje a Nueva York coincidió con el secretario de Hacienda, Alberto J. Pani, quien acudía a una reunión con banqueros. Según esta versión, tras ser sorprendidos juntos en un hotel se armó tal escándalo que el funcionario presentó su renuncia a Plutarco Elías Calles, aunque el presidente no la aceptó.

Por años la voz popular conoció este ejemplar como "la pelandusca del billete de cinco" y no fue hasta los años 70 cuando se dijo que el grabado más bien correspondía al de una joven argelina que nada tenía qué ver con tal chisme.

Los prejuicios y estereotipos en un billete.

El tributo al genio de la relatividad


El físico que con la teoría de la relatividad revolucionó el concepto de gravedad de Newton y nos animó a repensar la forma en que entendemos el universo.

Su nombre, Albert Einstein... y su billete: 5 lirot.

Fue en 1952 cuando el primer ministro de Israel, David Ben-Gurión, le ofreció al genio la posición nominal de presidente en ese país. El científico rechazó el ofrecimiento, pero años después, en 1968, el banco central israelí lo compensó con la impresión de su retrato en papel moneda.

Por cierto que Einstein también dedicó sus pensamientos a la ciencia económica. En un articulo de 1949 escribió: "la anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es la verdadera fuente del mal".
 
El billete de la suerte


Como un trébol de cuatro hojas, conseguir un billete verde de dos dólares es muy raro en el planeta, incluso en Estados Unidos. 

Su poca circulación ha suscitado supersticiones y la versión de presuntos secretos en el grabado. Por ejemplo, se dice que en él aparecen personajes masones: Thomas Jefferson en el anverso y la obra de "La Declaración de Independencia" de John Trumbull, en el reverso.

Lo cierto es que se trata de una simple producción escasa del billete, apenas el 1% de todas las denominaciones del dólar, lo que ha suscitado que muchas personas ignoren su existencia, lo rechacen cuando lo reciben como pago o incluso lo conserven como objeto de culto o colección.

Como dato curioso, por 8 dólares se obtiene un boleto para niños a la casa-museo de Jefferson, lo que propicia los intercambios de dos dólares, justo el billete donde aparece el antiguo presidente estadounidense. 

¿Cambio de un billete de... 500 000 000 000?


Se dificulta leer la cantidad, pero son 500 mil millones de dinares de este papel moneda serbio-yugoslavo, producto de la hiperinflación.

Tal como mencionamos en el post de Inflaciones de Miedo, en una hiperinflación los aumentos de precios están fuera de control, lo que despoja del valor real a los billetes derivando en denominaciones casi absurdas.

Debido a la desintegración de Yugoslavia en 1993, llegaron a imprimirse estos papeles de ceros eternos y para el año siguiente el porcentaje de inflación alcanzó el macabro récord de 5,000,000,000,000,000%.

- Este post también puede leerse en EL UNIVERSAL
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lunes, 11 de mayo de 2015

Cero Varo

Receta para "vacunarse" contra las deudas

Deber dinero inquieta a cualquiera, pero por alguna razón la idea de poseer algo primero y pagarlo después resulta más "cómoda" para la mayoría de las personas.

En México ya sea por apatía, poca planeación en casa o la efectiva seducción de los bancos, esa falsa creencia de los créditos como ingresos extra se mantiene todavía como el germen de esa enfermedad que a veces parece epidemia: endeudarse.

De hecho es esa "lógica" y no la deuda en sí el verdadero origen del problema, ya que un préstamo pensado para ser más productivo (como un negocio por ejemplo) o crear patrimonio (tal como un inmueble) no tiene por qué ser una mala idea.

Los créditos planeados para crecer no tienen nada que ver con los mal utilizados como si fueran un aumento de sueldo. Esa es de hecho la trampa típica de las tarjetas de crédito.

Es entonces cuando aparentemente resulta más sencillo tramitar un plástico para comprar bienes y servicios que no necesariamente son importantes ni duraderos, tal como esa prenda de moda, el celular para presumir o esa pantalla de plasma.

La banca comercial en México ha explotado ese vicio privilegiando el crédito al consumo sobre el crédito productivo. Aunque de cualquier forma, la deuda no deja de ser responsabilidad de quien la firma (y más si no se leyó el contrato).

Recuerda que el negocio del banco es ese: las ganancias por el interés que le pagan por sus créditos; no nos regalan el dinero, ni tampoco son casas de beneficencia.

Por ello, la mejor forma de prevenir el "virus" del deudor es tomando en cuenta una sencilla regla: al menos elegir un crédito al que no tengas que pagarle más del 30% de lo que ganas.

Y para reforzar esa "vacuna" lo mejor es tomarte el tiempo para buscar con lupa esas letras pequeñas que por ley toda institución de crédito debe mostrar: el Costo Anual Total (CAT).

Ese CAT -que el locutor de los anuncios bancarios pronuncia como trabalenguas- es la mejor defensa para comparar entre créditos, pues nos resume tanto los intereses como las comisiones que te van a cobrar al año en un solo numerito.

Si las tasas de interés en nuestro país son de las más caras del mundo, ya con los cobros adicionales que suma el CAT encontrarás groserías de entre 40 y 90% de costo anual.

Ante ese panorama, la mejor defensa es aplicar la disciplina del "totalero"... pagar puntualmente para evitar así intereses y formarte un buen historial crediticio con el que puedes pelear condiciones de crédito mucho más justas.

¿Y si ya soy deudor diagnosticado?
Si es demasiado tarde y sufres de algún fuerte endeudamiento, tampoco es que seas paciente desahuciado.

Hay "cura" para tu mal, pero lo primero que debes hacer es aceptar tu realidad: debes dinero, no puedes seguir postergando el problema y echarle la culpa al banco no sirve de mucho.

Para empezar, debes tomar la amarga medicina de apretarte el cinturón: hacerte a la idea de recortar tus gastos mientras pasa la crisis, pararle de una vez por todas al 'tarjetazo' y pagar más del mínimo si no quieres alargar la deuda ¡incluso por años!

Si cuentas con varias tarjetas puedes utilizar transferencias de saldo para concentrar tu deuda en una sola, tal vez con menos servicios pero negociando tasas de interés más bajas.

Otro remedio es solicitar un plan de pagos fijos donde puedes acordar un plazo para solventar cantidades que ya no se muevan; la ventaja es que te evitas tasas de interés variable que pueden brincar mensualmente, complicando el asunto.

Ya si de plano estás hasta el cuello de pasivos, queda la más desventajosa alternativa: la famosa "quita".

Pensar que se trata de "perdonarte" la deuda es erróneo, pues la reducción no es espectacular y es pésima marca en el Buró de Crédito: exhibirte como no pagador es peor que aparecer con atrasos, ya que nadie más te prestará en el futuro.

No te dejes de las agencias de cobranza: no les creas si te amenazan con cárcel, ya que eso es falso. Tampoco te dejes de las "reparadoras" de crédito, a veces te sacan más dinero y su cuento de borrarte del Buró también es mentira.

Mucha suerte y nos leemos en la próxima entrada.

* Este post también fue publicado en EL UNIVERSAL
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